miércoles, 1 de marzo de 2017

FUL de Rafa Melero Rojo



Título: FUL

Autor: Rafa Melero Rojo

Editorial: ALREVÉS

Colección: Novela negra

Primera edición: Junio 2016

Nº de páginas: 256 págs.

ISBN: 9788416328642

Género: Policiaca, criminal





Autor

Rafa Melero Rojo nació en Barcelona, pero su infancia la pasó en Lleida, hasta que en 1995 ingresó en el cuerpo de los Mossos d’Esquadra. Desde entonces ha trabajado en ciudades como Figueres, La Bisbal de l’Empordà, Lleida, L’Hospitalet de Llobregat y Terrassa, entre otras, y su trayectoria profesional ha transcurrido íntegramente en la policía judicial, en grupos como el de Homicidios, Salud Pública o Delitos contra el Patrimonio. 
Esta es su tercera novela, después de publicar las exitosas La ira del Fénix (Playa de Ákaba, 2014) y La penitencia del alfil (Alrevés, 2015).

Sinopsis

El mayor pecado de cualquier delincuente es quizá la firme creencia de que existe un último golpe que lo llevará a la salvación y le permitirá de una vez por todas dejar para siempre el hampa. Pero el golpe final no existe, ¿o sí?

Ful, un criminal de poca monta que lleva muchos años actuando en las calles de Lleida, ve cómo los años pasan y cómo su padre hace mucho tiempo que no deja de mirar por la ventana buscando respuestas que nunca obtendrá, ¿o sí?

Pero la monotonía se ha apoderado de la vida de Ful, y quizá por ello, cuando James le propone un plan peligroso pero perfecto que le permitirá pasar página definitivamente, acepta la oferta. Sin embargo, los planes no siempre salen como uno tenía previsto, ¿o sí?

En cualquier caso, delinquir contra una banda de traficantes colombianos le parece una buena idea. Estos nunca denunciarán el crimen, ya que tienen tanto que perder como sus agresores. Por esa regla de tres, Ful, junto con Jose, Arturo, Jessica, el Pelota y James, el gran instigador de la trama, se lanzan a un atraco que de una vez por todas les permitirá romper con su pasado, ¿o no?

Opinión

Mi estreno con este autor ha sido gracias a uno de los sorteos que han hecho las organizadoras de la Yincana Criminal de este año.

Lo que más me ha sorprendido y gustado a la vez es que por una vez no hemos estado ante una novela policiaca al uso en el que hay unos policías o detectives que buscan y ganan a los malos, en este caso lo vemos desde el enfoque de los delincuentes. Aquí vamos a asistir desde el punto de vista de los malos al porqué hacen lo que hacen, sus motivaciones, sus vicios y cómo y porqué han acabado en el punto donde están.

Nos encontramos con una novela negra en la que tenemos a una banda de barrio que hartos de malvivir, han buscado el que ellos consideran el negocio del siglo, que aunque no los sacará de pobres, sí que los sacará del agujero donde están metidos.

La acción transcurre en las calles de Lérida, que no es precisamente uno de los lugares más habituales para la novela policiaca.

Tenemos al cerebro de turno, James que es el ideólogo del plan pero que no va a estar en primera línea, aunque sí que conoce a quien colocar el material. Ful, os aseguro que os vais a sorprender cuando leáis de donde viene este mote, que es el cabecilla, el contacto y el que parece tener la cabeza sobre los hombros, ha vuelto a casa de sus padres, donde ya solo queda su padre, un hombre hosco y solitario con el que apenas si cruza cuatro frases y que se pasa el día viendo pasar la vida a través de su ventana. Jose es otro de los miembros, que descubre algo que tenía escondido en su interior y que me cae mal desde el minuto dos, casi, por algo que si lo leéis ya lo comprenderéis.

Arturo es el único que tiene trabajo fijo y formal, con una vida más o menos estructurada y que es el novio de Jessica, el miembro femenino de la banda. Por último está el Pelota, que es como un niño grande de treinta años que vive con sus padres, es poco espabilado y bastante friki y al que en el grupo toleran por ser el hermano de un gran amigo que murió.

Pues esta banda tan profesional y organizada decide nada más y nada menos que ejecutar el golpe perfecto, robarle la droga a unos traficantes colombianos, convencidos de que al ser delincuentes, evidentemente no van a denunciarlos a la policía, venderla y con lo conseguido tener un respiro económico. Nada puede salir mal…o sí.

Ya os digo que las cosas no salen como estaban planeadas, de hecho van por otro camino distinto, y el autor hace que te pases el rato leyendo igual que cuando vas a ver una película de miedo, pensando no, no, no miro, que tú verás…y sí que vas viendo. Ves que no hay nada que salga igual que lo habían pensado, que se van metiendo de un lío en otro y a cual mayor, mientras devoras las páginas queriendo saber dónde van a encontrar solución a todo lo que les sucede.

Lo vamos a saber de primera mano porque parte de la historia nos la cuenta Ful en primera persona, el resto nos lo cuenta un narrador omniscente que no se corta a la hora de ponernos mal cuerpo cuando el terminador el Hielo que viene desde Colombia a arreglar el desaguisado, hace uso de sus métodos.
Cuando queremos darnos cuenta hemos terminado la novela tras unos cuantos sustos, un par de giros sorprendentes y un final de infarto que ha hecho que sinceramente me quite el sombrero.

Me quedo con esa sensación de miedo, de impotencia al ver cómo se va desarrollando la historia, miedo más intenso que el que puedo sentir cuando leo otra novela criminal, quizá porque estos tipos realmente no son tan mala gente y se me han hecho francamente simpáticos, por decirlo de algún modo, porque entre otras cosas tienen algo muy grande entre ellos, la amistad y la lealtad.

A destacar la forma tan peculiar de narrar, cruda y sencilla, en capítulos cortos que tienen la particularidad de terminar con la misma frase con la que comienza el siguiente, como los eslabones de una cadena, que para mí han imprimido ritmo, agilidad y cadencia en la trama.

En definitiva una novela policiaca vista desde el otro lado, que se devora más que se lee, que conquista por cómo está escrita y por la historia tan original que nos cuenta. Una buena apuesta.

A veces una pequeña acción acaba siendo la peor de las decisiones, y aquella en cuestión la podía lamentar el resto de su vida.

Pero si los propios dirigentes se estaban llenando los bolsillos a costa del sistema, ¿por qué no hacerlo los ciudadanos?

¿Qué le queda a alguien que se somete a tener que elegir entre su vida y la de los demás para poder sobrevivir?


Los amigos de verdad lo son cuando conocen lo peor del otro y aún así lo siguen siendo.

Con este libro participo en la Yincana Criminal en La casilla correspondiente a una novela que transcurre en España.



Saludos y a disfrutar leyendo