martes, 4 de octubre de 2016

LA MANIOBRA DE LA TORTUGA de Benito Olmo



Título: La maniobra de la tortuga

Autor: Benito Olmo

Editorial: Suma de Letras

Primera Edición: Mayo de 2016

Nº de Páginas: 360

ISBN: 9788491290360

Género: Policiaca, Negra







Autor

Benito Olmo, nacido en Cádiz en 1980 ha trabajado como corrector, editor, columnista y negro, y es colaborador de varios medios como la revista Fiat Lux y el portal literario ¡A los libros! Es autor de las novelas Caraballo (2007) y Mil cosas que no te dije antes de perderte (2011), y con ellas bajo el brazo ha recorrido España a través de las diferentes Ferias del libro, lo que le ha permitido llegar a un gran número de lectores.




Sinopsis
Empujado por el infortunio, el irreverente inspector Manuel Bianquetti se ve obligado a aceptar un traslado forzoso a la comisaría de Cádiz, un destino previsiblemente tranquilo que se verá alterado con el hallazgo del cadáver de una joven de dieciséis años. Una muerte violenta que le traerá reminiscencias de un pasado del que no logra desprenderse.

A pesar de la oposición de sus superiores, el inspector Bianquetti emprenderá una cruzada solitaria para atrapar al culpable siguiendo el rastro de unas evidencias que podrían no existir más allá de su imaginación. La realidad se va oscureciendo en la medida en la que el lector va devorando páginas al tiempo que participa junto al protagonista en la investigación de un caso cada vez más turbio y escabroso.


Opinión

El libro que traigo hoy me ha tenido parte del verano salivando por las esquinas y es que solo leía buenos comentarios acerca de él, y un detective con una trama negra en Cádiz era algo a lo que no me podía resistir. Cuando por fin me lo dejó una buena amiga, desbordaba satisfacción por los cuatro costados.

Nuestro nuevo detective el inspector Manuel Bianquetti ha sido desterrado  a Cádiz desde Madrid, donde hasta hace poco había sido un reputado policía, pero algo pasó, algo que hizo que él se extralimitara y tuvo que cambiar de destino forzosamente. Así ahora pulula por los sótanos de la comisaria de Cádiz con tareas administrativas de las cuales se escaquea con bastante arte, porque a nadie le interesa enfrentarse con este gran individuo malencarado.

Cuando Clara, una joven sudamericana aparece violada y asesinada en un contenedor, el inspector pijo y guaperas al mando va a lo obvio y detiene al novio de la víctima con el cual ya había tenido una pelea por celos, un desenlace rápido y eficiente, prácticamente caso cerrado, pero Bianquetti no se lo cree, su instinto le indica que ese muchacho no ha sido capaz de llevar a cabo ese asesinato, así que sin consultar y saltándose a la torera gran parte de la burocracia, comenzará una investigación paralela a la oficial, con el fin de exculpar al chico y encontrar al verdadero culpable.

Y lo va a hacer con métodos poco ortodoxos, dejando un rastro fácil de seguir, porque el bueno de Manuel, no es precisamente alguien que pase desapercibido, es un gigantón al que resulta difícil olvidar.

A la vez vamos a leer otra trama totalmente diferente, angustiosa y tremenda, la de Cristina una mujer asustada por no decir aterrorizada que ha sufrido malos tratos por parte de su pareja que está en la cárcel. Ha tenido que rehacer su vida prácticamente desde cero, ayudada por instituciones sociales que la controlan en todo momento. Ha sido una lectura realmente dolorosa por lo actual y lo bien que refleja sus sentimientos y sus miedos. Pero en ningún momento somos capaces de ver qué tienen las dos historias en común, y en qué momento se cruzarán, porque se supone que se deben cruzar, ¿no?

Mientras tanto ese elefante en una cacharrería que es Bianquetti, va dando pasos de gigante en la resolución del caso lo que no les hace ninguna gracia a sus superiores.

De modo que tenemos una novela policiaca del estilo más clásico, con un detective rompedor, rebelde, indisciplinado, apático en un principio pero tenaz y cabezota como él solo, y que por una vez tiene unas dimensiones tan considerables que no pasa desapercibido, en un entorno lleno de luces y sombras como es Cádiz, con una parte no apta para turistas pero duramente real, y una trama absorbente que juega con los tempos y los personajes, alternándolos en un baile pausado y elegante que llega a un final muy bien trazado, creíble y lógico.

La terminas con una sonrisa en los labios y con una sensación de nostalgia que te hace desear que el autor no abandone a nuestro Bianquetti, yo ya lo he adoptado, y nos lo ofrezca en una nueva entrega.

A destacar el prólogo, que ya es en sí una auténtica delicia, el caramelito con el que nos va a engatusar desde el principio.

Francamente recomendable, no creo que defraude a nadie al que le guste el género.




Saludos y vamos a leer.