jueves, 30 de octubre de 2014

EL JARDÍN DE LA MEMORIA de Lea Vélez


Título: El jardín de la memoria 

Autora: Lea Vélez

Editorial: Galaxia – Gutemberg

Colección: Narrativa

Fecha de publicación: 24 de septiembre de 2014

Nº de páginas: 256

ISBN: 978-84-16072-43-9

Género: Narrativa, memorias, suspense




Autora

Lea Vélez, nacida en Madrid en 1970, estudió Periodismo en la Complutense y tras ello decidió convertirse en guionista de ficción. Hoy, su ordenador archiva más de seiscientas horas de ficción televisiva. En 2004 se editó su primera novela, El desván, escrita en colaboración con Susana Prieto. En 2006 repitió la experiencia de escribir a cuatro manos con su segunda novela, La esfera de Ababol. En mayo de 2014 publica, ya en solitario, La cirujana de Palma. Ya reseñada en este blog
El jardín de la memoria es su última novela, un emocionante testimonio de amor, por puro amor.


Sinopsis

«Fue un otoño extraordinario. El otoño en el que tú me enseñaste a vivir y yo te enseñé a morir. Durante la última aventura, filosofamos, investigamos, leímos las viejas cartas de tu hermano Stephen. Las cartas que relatan una época y un pasado familiar. Gracias a una antigua foto en un sobre con matasellos de Sheffield, encontré respuesta a la dudosa paternidad de Gill. Me encanta hacer de detective. Las cosas de Stephen siguen en la buhardilla, metidas en sus cajas de bombones y a veces las saco y releo una poesía del cuaderno infantil. Allí, en la Inglaterra de 1957, estaban las respuestas y mientras yo escribía este Jardín transcribiendo cartas amarillas por el tiempo, tú lograste perdonar. Pienso en la sonrisa del otro protagonista de este relato: Francesc Boix. Te fascinó la vida del republicano español, testigo de Núremberg, fotógrafo de guerra. Yo te contaba sus hazañas, que están en esta novela y que no sé si es novela porque todo lo que se cuenta en ella sucedió de verdad.
Ese verano volvimos a Malmesbury. Tenías razón.
No existe un lugar con más encanto en Inglaterra. Los niños se disfrazaron de caballeros y cruzaron aceros de plástico en los jardines de la abadía. Hicimos un picnic. Entre saltos, tumbas de piedra, juegos y merienda, esparcimos tus cenizas bajo un roble centenario. Entro de nuevo en este otro jardín, El jardín de la memoria, ojeo sus páginas, riego con cuidado el primer beso que nos dimos y ese último que a veces es como el primero de un nuevo cariño real, invisible. Ahora estás hecho de un aire que empuja con constancia mi columpio. Subo y bajo, y veo más allá de los campos y de los tejados, entendiendo cómo hay que vivir. Tres años después de aquel otoño extraordinario, me siento plena, sabiendo que ganamos y que había que contarlo. Para demostrar lo que digo, aquí está nuestra historia.»


Opinión

Hoy traigo un libro muy duro y a la vez muy dulce. Es un libro que me ha hecho replantearme muchas cosas, y sobre todo a mí misma y a mi actitud ante la vida.
Conocí a la autora, como tal, con La cirujana de Palma y me encantó como escribía, su fluidez su naturalidad y su buen humor. Cuando supe que había sacado un nuevo libro me alegré mucho, y cuando leí su temática, realmente quedé impactada. Y el tiempo y unas manos amigas me ha permitido acceder a él, y lo recomiendo...por todo.

El libro contado en primera persona es una bella muestra de fuerza, valentía y amor. La historia principal es la de la propia Lea, que con una naturalidad que desgarra, va relatando el proceso que culmina con la muerte por cáncer de George, su marido.

Ella junto a él viven y exprimen de forma absoluta esos meses en los que la enfermedad ya solo tiene un camino, y casi una fecha. Y cuando digo exprimen no es viajar a lo loco o hacer cosas magníficas, se concentran en vivir y fijar en la memoria cada uno de esos pequeños momentos llenos de ternura y felicidad, de los cuales Lea y posteriormente sus hijos se nutrirán.
El amor que se destila en cada una de las frases, los gestos, besos y abrazos, momentos que viven, ese amor a su familia, y el querer que perdure, es lo que lleva a Lea a escribir este libro. Un libro de recuerdos con el que sus hijos puedan recordar a su padre. Un canto a la vida, a pesar de la muerte.

Ordenando esos recuerdos, aparecen fotos y cartas de la familia de George, los Collinson y su vida en Malmesbury. Y aparecen en los recuerdos de la niñez de George, la seriedad y hosquedad de su padre Tom, la imagen de esa madre todoterreno, Connie, que se ocupa de que todo siga hacia adelante, con un hijo ingresado en el hospital con leucemia. Un niño, Stephen, que se hace mayor, que se tiene que hacer mayor a la fuerza, que solo tiene el contacto con el exterior por cartas, y con las complicadas visitas de sus progenitores. La pequeña y siempre despreciada Gillie.
Lea, irá moldeando y completando lo que era la vida de esa familia, y a la vez, desenterrará otros demonios familiares, que han sido sepultados por el olvido y por el no querer saber. Esa puerta que nuestra mente cierra cuando hay demasiado dolor.
E irá informando a George, sobre las cartas, sobre lo que lee, sobre lo que imagina, sobre lo que deduce, en lo que se ha convertido en un motivo más para levantarse cada día y para compartirlo juntos.

Hay además otra historia, más antigua, la de un fotógrafo de guerra español republicano, Frances Boix, un superviviente de la guerra civil española, que fue a un campo de concentración francés, aunque no quieran ponerle ese nombre, y luego estuvo en Mauthausen, y sobrevivió, porque tenía un solo objetivo: Contar la verdad sobre lo que vivió y sobre lo que allí pasó con los españoles, con las personas que fueron matadas y maltratadas por los nazis. Y lo consiguió, consiguió aportar sus fotos y su testimonio en el juicio de Núremberg.
Estas tres historias se irán entrelazando, y se irán desarrollando, de una forma nada convencional, como si la autora, se sentase en el salón de tu casa y comenzase a hablar, a contarte una historia, y los recuerdos fueran y vinieran, siempre intentando llegar a ese lenguaje cinematográfico que ella representa en su cabeza.

El resultado es un libro increíble, que me ha hecho llorar mucho, que me ha tenido con un nudo en la garganta, aprendiendo sobre los preparativos de la muerte, aprendiendo que la vida se acaba, y el que muere, pasa a otro plano. A mí, tampoco me da miedo la muerte, me da miedo por los que se quedan, porque son ellos, los que se quedan, los que tienen que recomponerse, seguir viviendo y aprender a guardar los recuerdos y a dosificar el amor y el dolor.

Y cuando cierras la tapa del libro, te das cuenta, de que es un libro que nunca podrás olvidar, y sientes envidia, a pesar de todo, de esa mujer tan fuerte, que ha sabido gestionar de forma increíble la muerte, como un paso más, guardando en su almoneda, para sus hijos, el recuerdo de su padre y de su familia.

No puedo juzgar como está escrita, no quiero juzgar como está escrita, porque quien habla y quien escribe, lo hace a corazón abierto, y con sus retales, me ha hecho pasar unos momentos inolvidables. Y cada lágrima que he derramado, ha merecido la pena, porque he conocido la felicidad y el amor.

Gracias Lea...gracias por tu lección, y ojalá tus hijos te vean como lo que eres, una gran mujer y una gran madre.

la felicidad no está en la inocencia, está en la libertad

Para mí, ya...un imprescindible. Y como imagináis os lo recomiendo encarecidamente.




Saludos y nos vamos leyendo.

domingo, 26 de octubre de 2014

LOS MUERTOS NO ACEPTAN PREGUNTAS de Antonia Romero



Título: Los muertos no aceptan preguntas
Autora: Antonia Romero
Editorial: Autopublicado en Amazon
Edición:  Amazon Kindle, 21 de junio de 2014
Páginas: 197 (según lector)
ASIN: B00L6BA89U
Género: Novela intriga, romance.









Autora
Antonia Romero nació en Barcelona. Es funcionaria de carrera y en la actualidad trabaja en la Secretaría de un Instituto de secundaria. Tiene varios premios literarios y de relatos, ha colaborado en revistas digitales y desde 2005 regenta un blog personal que recibe alrededor de seis mil visitas al mes. En 2012 se lanzó al mercado digital, autopublicando sus dos primeras novelas en Amazon, Peso cero y La tumba compartida.
Su primera novela Peso Cero, fue publicada en papel por la editorial Diálogo en 2007. El thriller histórico La tumba compartida alcanzó rápidamente los puestos más altos en las listas de bestsellers, y consiguió La Trama" de Novela Negra. Después le seguirían las dos primeras novelas de la saga juvenil El Quinto Sello: Los Diletantes –que sería publicada bajo el sello digital B de Books en Marzo de 2013 y Los Cambiantes.
una avalancha de críticas positivas de los lectores. En 2012 fue publicada por Ediciones B, dentro de la colección "
Los muertos no aceptan preguntas es su última novela publicada hasta la fecha, en esta ocasión en autoedición, en el portal digital Amazon, 21 de junio de 2014.



Sinopsis
Nela trabaja como traductora y vive en una pequeña casa en Castelldefels, un pueblo de la costa de Barcelona. Su mirada tiene la niebla de quien ha debido cerrar los ojos para avanzar sin despeñarse por el borde del precipicio. En la buhardilla de su casa esconde un secreto, algo que nadie ha de ver porque allí conjura a sus demonios. De su madre heredó una fotografía arrugada, y de su abuela, Mamanela, el don de hablar con los muertos.


Opinión
 Hoy traigo un libro de los que te llaman. No quise leer ni la sinopsis, ni los comentarios, ni siquiera el género. Lástima de campañas de márketing desperdiciadas. Algo muy poco lógico como podéis imaginar, pero había algo que me llamaba a leerlo, un sexto sentido. Y por una vez le hice caso, y no me he arrepentido en absoluto.

Es una novela que no se puede encasillar en un género concreto, no es romántica pero hay amor, hay intriga, hay suspense, y hay muertos.

Ya desde su comienzo me gustó porque está dividido en veintidós capítulos cortos, encabezados por el título de películas clásicas, con un corto diálogo de estas. Y esto al final, entenderemos porqué.  

Nela, la protagonista trabaja como traductora y vive en una pequeña casita de Castelldefels, que ha remodelado a su gusto y es donde se encuentra más cómoda.
En su buhardilla esconde un secreto, algo que no deja que nadie vea, porque es un reflejo de su alma y nadie ha conseguido entrar en ella. Su existencia, y su gran secreto, solo la conocen ella y su gran amigo Jaime, que por supuesto respeta y asume.
Vamos conociendo a Nela y sus manías, su relación con su padre, Rodrigo, cirujano plástico de gran prestigio, que al comienzo se nos antojará un poco confusa, pero poco a poco se irá desvelando el porqué de esa extraña relación.
En una exposición conocerá a Nico Reverter, pintor afamado, con el que comenzará una estrecha amistad.
Conoceremos el pasado de Nela, crudo y sombrío por el suicidio de su madre, y la relación tan peculiar que tiene con su padre. Nos asombraremos por esos extraños cambios que no sabemos a qué obedecen, y que pueden darnos una idea equivocada de ella, hasta que si seguimos leyendo, veremos, que como todo, tiene su porqué.

Un día recibe una llamada desde Galicia, es su tía, alguien que ella ni siquiera sabía de su existencia, y viajará hasta la Casa Grande, donde conocerá esa familia ocultada durante años por su madre.

Gracias a ese viaje, y a través de su diario, Nela conocerá no solo a su familia materna, sino a su propia madre, Gabriela, una extraña mujer que nada tiene que ver con la madre que ella conoció. Así y viajando por lugares emblemáticos de toda Galicia, iremos desvelando secretos familiares y sentimentales, que harán que Nela llegue a replantearse toda su vida y todo su pasado.

Apoyada en Jaime y su familia, que fueron realmente su apoyo tras la muerte de su madre, comenzará el proceso de reconstrucción de la nueva Nela, más fuerte, firme y segura de sí misma.

Qué decir más, que estamos ante un libro precioso, de prosa sencilla, elegante, ligera, diálogos creíbles y espontáneos, y que gracias al arte de su autora, la pequeña parte sobrenatural de la historia, nos parecerá lógica.
Los personajes están perfectamente trabajados, y te harán sentirte completamente identificada con ellos, tendrás ganas de llorar, de gritar de desesperación, de odiar, y comprenderás poco a poco como la vida ha ido moldeándolos.

Una sola pega, quizá, y es que en las amistades de Nela, existe un cierto grado de tópico con las formas de ser, pero se puede obviar perfectamente, porque se integra de modo muy normal en la trama.

Yo os invito a cogeros de la mano de Nela y visitar con ella la Casa Grande y hacer las excursiones que tan cercanas me han resultado. La Costa da Morte os espera. Dejaros llevar y disfrutaréis.


"El miedo es el may­or en­emi­go de la cor­du­ra"



Saludos y nos vamos leyendo.