domingo, 10 de noviembre de 2013

CLAIRE DE WITT Y LA CIUDAD DE LOS MUERTOS de Sara Gran



Título: Claire DeWitt y la ciudad de los muertos

Autor: Sara Gran

Editorial: Destino
 
Colección: Áncora y Delfín.

Género: Thriller y misterio, detectives

Nº de Páginas: 392 pags.

Publicación: octubre de 2013

ISBN: 9788423347254

 



Autora

Sara Gran nació en Brooklyn en 1971 y ha vivido en Nueva Orleans y Miami. Trabajó como librera y ha tenido una muy buena aceptación de la crítica por dos de sus novelas anteriores. Ha publicado en más de una docena de países en quince lenguas.

Ha sido galardonada con el prestigioso Deutscher Krimi Preis 2013 en la categoría internacional y con el Macavity Award en 2012.
Es también conocida por ser guionista de la serie Southland, de la HBO

 
Sinopsis

Claire DeWitt es la mejor detective del mundo. Comenzó su carrera cuando era sólo una adolescente en Brooklyn y es seguidora del enigmático detective francés Jacques Silette, cuyo misterioso manual «Détection» ha inspirado a Claire y la hace formar parte de un elitista club de investigadores que utiliza métodos poco tradicionales como el I Ching, presagios, sueños proféticos, o drogas capaces de abrir la mente a otras realidades.
La desaparición de un respetado y acaudalado ciudadano durante el huracán Katrina lleva a Claire hasta una ciudad destrozada que significa mucho para ella: Nueva Orleans. Tras encontrar a viejos amigos y hacer nuevos enemigos, Claire resuelve el caso, pero otros asuntos del pasado la persiguen y atormentan


Opinión

Claire Hewitt, la protagonista, que escribe en primera persona, es una mujer llena de demonios interiores, que siempre supo que quería ser detective, desde que de niña, le reglaron un juego para sacar huellas, y con sus inseparables y mejores amigas Tracy y Kelly,  encontraron en la mansión de Brooklyn donde vivía con sus padres el libro que lo cambiaría todo en su vida y en la de sus amigas, el Détection, de Silette.

Es este libro uno de los grandes pilares de la novela, ya que es el que le ha enseñado todo lo que sabe, y es tanto detectivesco como filosófico.

Cuando su amiga Tracy desapareció sin dejar rastro, y se distanció de su amiga Kelly, decidió partir a Nueva Orleans, en busca de la que sería su mentora Constance Darling, que precisamente fue amiga, confidente y amante de Jacques Silette. Con ella se formó de una forma más brutal y poco ortodoxa, probando con métodos tales como la consulta del I Ching, lectura del iris, consumo de drogas, setas…y demás, hasta que con el asesinato de Constance se fue de Nueva Orleans y  desde entonces ha recorrido el país resolviendo crímenes y misterios y se considera a sí misma la mejor detective del mundo. Muy modesta ella, lo que no le falta desde luego, es confianza en sí misma.

Recibe la llamada de un nuevo cliente de Nueva Orleans, León ha heredado una pequeña fortuna con la muerte de su tío Vic y cree que al menos le debe el saber cómo murió, y por eso ha contratado a Claire.

Vic Willing era ayudante del fiscal del distrito, un tipo aparentemente decente comparado con el resto de su oficina, y al que todos dan por hecho que murió ahogado cuando el huracán Katrina, en agosto de 2005, provocó las inundaciones, dejando Nueva Orleans bajo las aguas. Pero Claire DeWitt no dará nada por supuesto y está dispuesta a encontrar la verdad, sea cual sea, y le pese a quien le pese. Porque ella no quiere encontrar al asesino, sino resolver el misterio que lo envuelve y que  había logrado mantener oculto a ojos tanto de los demás como de sí mismo.

Así comienza su muy poco ortodoxa investigación, mezclándose con la gente, los mendigos, los sin techo, bebiendo, fumando canutos y alejándose evidentemente de los habituales detectives de novela negra. Sus sueños, inducidos por el alcohol o las drogas son delirantes, pero le ayudan en la resolución del caso.

En esos parajes conoce a dos niños de la calle, Andray y Terrell, ambos armados desde los 12 años, sin esperanza, sin futuro, sin padres ni hogar, que siendo secundarios se convierten en protagonistas. Ante ellos no sabes como actuar, te da pena y sientes ternura, por sus vidas, por lo que han pasado, pero son delincuentes e incluso asesinos, y ya no sabes como posicionarte ante ésa realidad, la autora lo hace con mucha ternura, aunque también hace hincapié en el peligro que suponen, y como podrían ser las cosas si alguien realmente se interesara por ellos.

Y por último el protagonista principal y absoluto, la ciudad de Nueva Orleans, después del Katrina, destrozada y llena de cicatrices, con pocas probabilidades de volver a ser lo que fue.

La autora describe una ciudad vencida, con unos habitantes profundamente marcados por el desastre. Unas autoridades incompetentes que no supieron reaccionar, que dejaron a unos supervivientes destrozados psicológicamente, que se siguen haciendo una y otra vez las mismas preguntas: ¿porqué no les rescataron las autoridades? ¿porqué permanecieron días sobre sus tejados sin agua ni comida?

Una ciudad sin ley que no puede vivir, pero sigue sin resistirse a dejarse morir. Como ejemplo al principio de 2013, Nueva Orleans ostentaba el tremendo título de ser una de las diez ciudades más peligrosas del mundo, en concreto entre las diez primeras del ranking mundial. En la actualidad tiene una media de 193 asesinatos por año, una tasa de 62,1 asesinatos por cada 100.000 habitantes. En su día a día, mueren más personas que soldados americanos en Irak, por ejemplo. Y, sorprendentemente, sus autoridades tienen las tasas más bajas en resolución de crímenes y encarcelación de los culpables. A nadie le importan los negros que se matan entre ellos, no hay ley, no merece la pena encarcelar a miles de personas a las que habría que dar de comer y atender, es más fácil dejar que se maten entre sí.

Me ha marcado profundamente leer sobre la violencia, la miseria, la pobreza…aquí está aflorando y sale en los informativos, pero allí, sigue y a nadie le importa nada, y menos a los políticos y dirigentes. ¿Dónde está la humanidad, la igualdad, en ésa que llaman la mayor democracia del mundo?

La autora lo describe con resignación, con cansancio…sin esperanza. Pero el libro no resulta triste.

En resumen, es un libro, ágil, en ocasiones cáustico, divertido, con diálogos creíbles, chispeantes y cínicos y  con el nacimiento de una detective muy especial, que precisamente ésa parte “especial”, es la que en la resolución del caso te deja al margen y de repente se saca de la manga un final, que no termina de convencer…
Las drogas y las alucinaciones no son la ayuda a la solución de un caso de la mejor detective del mundo, porque el lector se queda un poco perplejo.
 
Lo que sí es impagable son las reflexiones del libro de cabecera de Claire.

Os dejo con unas frases del libro:

-“ Si existiera una cura para el odio a uno mismo, se la habría dado a.., después de tomar un buen trago. Pero la poción mágica no existe, cada cual debe encontrar su propia escapatoria. Cada cual debe abrirse su propio camino en medio de las tierras salvajes”.

- “No existen las coincidencias. Sólo oportunidades que hemos sido tontos de no aprovechar, puertas que no hemos cruzado por culpa de nuestra ceguera.

 Y con cada oportunidad que pierdes, una pobre alma jodida se queda atrás, esperando que llegue alguien y le muestre la salida.”

- "Lo que pasa con esta ciudad -dijo él- es que sabe cómo contar buenas historias, de verdad que sí, pero si lo que estás buscando es un final feliz es mejor que lo busques en cualquier otro sitio."

Por cierto gracias a la editorial, que me mandó el libro sin compromiso. www.planetadelibros.com
Ya me contaréis qué os ha parecido si lo leéis.

Saludos y nos vamos leyendo.

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